AMPA

La participación de la familia

Los padres y las madres son los primeros y principales responsables de la educación de sus hijos e hijas. Son ellos los que, desde la cuna, tanto de manera formal como informal, transmiten y enseñan los valores, actitudes, pautas de conductas y hábitos que tendrán una importancia fundamental en la formación de sus hijos e hijas. La familia no debe, en realidad no puede, trasladar a otras instituciones las funciones que le corresponden en la educación de sus hijas e hijos.

La participación familiar como factor clave para mejorar la convivencia en los centros docentes

El derecho a la participación de las familias en la educación de sus hijos e hijas está establecido y refrendado en la Constitución Española, en el Estatuto de Autonomía para Andalucía y en todas las Leyes de Educación aprobadas durante la democracia, por considerar que en el proceso educativo deben estar presentes y de manera activa las madres y los padres del alumnado.

En el ámbito de la participación, las madres y los padres del alumnado tienen reconocidos, entre otros, los siguientes derechos:

  • Estar informados sobre el progreso del aprendizaje e integración socio-educativa de sus hijos e hijas.
  • Participar en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus hijos e hijas.
  • Participar en la organización, funcionamiento, gobierno y evaluación del centro educativo.
  • Ser oídos en aquellas decisiones que afecten a la orientación académica y profesional de sus hijos e hijas.

Por otra parte, como primeros responsables de la educación de sus hijos, hijas, a las familias les corresponde:

  • Adoptar las medidas necesarias, o solicitar la ayuda correspondiente en caso de dificultad, para que cursen las enseñanzas obligatorias y asistan regularmente a clase.
  • Proporcionar, en la medida de sus disponibilidades, los recursos y las condiciones necesarias para el progreso escolar.
  • Estimularles para que lleven a cabo las actividades de estudio que se les encomienden.
  • Participar de manera activa en las actividades que se establezcan en virtud de los compromisos educativos de los centros con las familias para mejorar su rendimiento.
  • Conocer, participar y apoyar la evolución de su proceso educativo, en colaboración con el profesorado y el centro.
  • Respetar y hacer respetar las normas establecidas por el centro, la autoridad y las indicaciones u orientaciones educativas del profesorado.
  • Fomentar el respeto por todos los componentes de la comunidad educativa.

La cultura de la participación en el ámbito educativo puede ayudar a reducir los conflictos que se producen en los centros docentes, conflictos que, por otra parte, son inherentes a cualquier actividad humana, así como resolverlos en el caso de que aparezcan. Establecer mecanismos de prevención y resolución pacífica de los conflictos forma parte de la educación para una formación integral, una educación que contempla el desarrollo de la autonomía del alumnado y de su espíritu crítico, su capacidad para tomar decisiones, trabajar en equipo, convivir e integrarse socialmente.

La familia puede participar en la vida y gestión de los centros docentes tanto de forma individual, a través de las Tutorías, como de forma colectiva, a través de las Asociaciones de madres y padres del alumnado y de los Consejos Escolares.

¿Qué es un AMPA?

Es una asociación, sin ánimo de lucro, formada por las madres y los padres del alumnado de un centro educativo no universitario, cuya finalidad es la de participar e intervenir en la gestión del centro, con el fin de mejorar la educación y lograr un clima de convivencia en el mismo.

Somos madres y padres dispuestos a participar. Y con nuestra participación aumentar la calidad de la Escuela Pública o Concertada y profundizar en la gestión democrática de los centros.

Si volvemos la vista atrás, observamos lo mucho que hemos avanzado, desde que se crearon las primeras AMPAs. Sin embargo, lejos de una actitud conformista, hemos de ser conscientes de que queda mucho camino por recorrer. Tenemos una enorme responsabilidad y hemos de saber estar a la altura de las circunstancias. La Escuela Pública o Concertada depende, en buena medida, de nuestro apoyo, de nuestras ideas y de nuestra participación. De alguna manera somos los escultores que estamos diseñando y dando forma al modelo de Escuela Pública o Concertada

Como madres y padres queremos lo mejor para nuestros hijos e hijas y para el adecuado desarrollo de su personalidad, con el fin de que aprendan a superar dificultades, a convivir con todos y a respetar las diferencias e impulsar un modelo integrador y valiente de Escuela Pública o Concertada, que no se limite a preparar intelectualmente, sino que prepare para la vida y para, desde la solidaridad, mejorar las relaciones sociales.

Las AMPAs estamos aquí porque sabemos que la negligencia y la pasividad suponen una complicidad con quienes mueven los hilos para desarticular los fundamentos de la Escuela Pública o Concertada y pretenden que nos desanimemos y que arrojemos la toalla.

Estamos aquí porque sabemos que siempre hay que dar la cara.
Estamos convencidos de que todas las entidades y/o personas que respaldamos la Escuela Pública o Concertada y aspiramos a desarrollar un modelo participativo, democrático y de calidad, no vamos a tolerar más retrocesos ni recortes, ni vamos a permitir que se pongan en peligro los pequeños logros tan trabajosamente conseguidos.

Estamos aquí dispuestos a participar porque sabemos que participando ejercemos un derecho democrático y constitucional, damos ejemplo de ciudadanía a nuestros hijos e hijas y cumplimos con un deber cívico y ético con la sociedad.

Una cosa está muy clara, no habrá educación de calidad y una buena convivencia, si no se vive una verdadera democracia en la escuela, donde el alumnado, sus familias y las AMPAs sean tenidas muy en cuenta a la hora de opinar sobre el proceso educativo y la gestión del mismo.

Finalidades de las AMPAS

  • Informar y asesorar a los padres y madres de las actividades propias del AMPA, de forma individual y colectiva, en todo aquello que concierna a la educación de sus hijos e hijas y promover que ejerzan los derechos y deberes que tienen en esa labor.
  • Potenciar la formación para la participación de la familia en la vida del centro y en sus órganos de gobierno.
  • Apoyar al alumnado y a las familias con necesidades educativas específicas o necesidades sociales.
  • Promover la calidad educativa.
  • Colaborar con el profesorado y el alumnado para el buen funcionamiento del centro.
  • Fomentar la convivencia entre la comunidad educativa.
  • Realizar actividades de carácter educativo que refuercen los valores y objetivos del Proyecto Educativo del Centro.
  • Facilitar las actividades educativas en relación con el entorno.
  • Y todo aquello que establezcan sus Estatutos o que, puntualmente, sea necesario.